11.6.06

"La Amazonía Para Los Cambas El Altiplano para los Collas"

Por

Palmiro Soria Saucedo.*

El lema que exhibió un cartel en el esmirriado cabildo abierto de Riberalta, ansió ser el gancho movilizador de masas iracundas que frenen la política agraria que el gobierno quiere implantar. No pudo. Un oligarca de alcurnia, hijo y nieto de oligarcas como Freddy Hecker, desde su insatisfacción calificó el evento de:"¡Fracaso total!". Otra idea que el cartelito, se empeña en ignorar es que, cambas son los hermanos cruceños y que la identidad que nos define es intensamente amazónica y boliviana.

Aunque la sociedad amazónica es crédula, esta vez no funcionó la clásica manipulación come colla expresada en la consigna desintegradora de la unidad nacional, que además mintió a las
organizaciones sociales y al pueblo, con que 5 mil familias andinas, venían a "colonizar" la amazonía. A pesar de las aclaraciones por escrito del gobierno, el Comité Cívico "resuelve rechazar enérgicamente las intenciones del gobierno masista de ocupar nuestros territorio"; sabiendo la verdad, fue vergonzante el seguidismo al patronazgo.

El fondo es tierra y recursos naturales. Se sabe que son "temas duros" y de alta explosividad, ahí están los intereses concretos de los grupos de poder económico de Santa Cruz, Beni y Pando, que no han vacilado en tensionar el ambiente ante el anuncio de relanzar el proceso de la reforma agraria. El presagio oscuro que anuncian las declaraciones de los afectados y sus cipayos, se ha movido desde el subliminal mensaje de "bomba de tiempo", al montaje de avasallamientos, bravuconadas de "defenderemos con las armas nuestras tierras" y la inquietante amenaza de "guerra civil". El lenguaje prepotente del neocolonialismo debe aceptar que fue derrotado en las urnas, las diferencias hay que tratarlas en democracia, pacíficamente y en el marco de la ley.

Para impedir toma de tierras y entregarlas a los que las necesitan, se requieren decisiones que impriman celeridad y corrijan barbaridades que todos sabemos existen; en un país con muchos pobres sin tierra y pocos ricos con mucha tierra el asunto no acepta dilaciones. "El próximo 18 de octubre se vence el plazo de 10 años que se fijó la ley de la Reforma Agraria para el proceso de saneamiento de la propiedad agraria, a la fecha el INRA pese haber gastado cerca de 100 millones de dólares americanos sólo tituló el 18% de los 104, millones de hectáreas de tierra bajo objeto de saneamiento en el país, el 30% está en proceso y el restante 52% está sin sanear".

Las cifras reflejan cómo los gobiernos tradicionales manejaron este asunto, no se trata sólo de incompetencia : el cuoteo de la politiquería y el agujero negro de la corrupción no perdonaron la política agraria del país; ese resultado no es una casualidad, se lo presume labrado por los que obtuvieron "tierra mal habida", vía tráfico de influencias, regalo de las dictaduras o simple ocupación y por los que "la tienen" sin trabajo, sin función económica social, obviando el antiguo precepto que "la tierra es del que la trabaja" y por los que tienen , o con "créditos incestuosos" . La actual política agraria ha tenido sabiduría para concertar con los actores, y humildad en el objetivo: reconducir el proceso, revirtiendo lo no productivo, lo especulativo y lo delincuencial, con la ley en la mano, para redistribuir la tierra como dios manda.

Los humanos, al fin y al cabo son la síntesis de sus hechos y sus palabras, eso define cada historia personal; la coyuntura es propicia para recordar puntos relevantes de este episodio: "El saneamiento termina donde comienza Pando" (enero 2000) fue la aciaga frase que acuñó el cacique pandino Leopoldo Fernández ex Senador de ADN y actual prefecto por PODEMOS, la intención del cacicazgo fue aquí no hay nada que sanear, la resistencia a la nueva reforma agraria fue tan fuerte que además del menú de amenazas aderezadas con sangre, llegaron hasta negar la presencia de las 551 comunidades campesinas e indígenas, perfectamente geo referenciadas, no son comunarios, son peones que trabajan en nuestras barracas -fue el argumento-, la desmedida intención en Pando sólo respetó las manchas urbanas y las 19 concesiones forestales existentes, el resto de la tierra fue repartida entre la casta de gamonales, que quiso convertir sus barracas en concesiones forestales; por fortuna la historia se escribió de otra manera.

Otra instantánea que retrata la impunidad de la seguridad jurídica que imponía la ley 44 (por el calibre del Winchester), -que algunos nostálgicos extrañan-, escribió en su diatriba " ¿de qué indígenas me están hablando?. Por si no lo sabe, monseñor, casi toda la gente que trabajaba para la empresa Braillard, después Seiler y finalmente Hecker, fue gente que trajimos desde Apolo, Ixiamas, Tumupasa, Reyes, Rurrenabaque y de varias comunidades a lo largo del río Beni. Todos los hombres que trajimos de Caupolicán, tenían derecho al pasaje de retorno, una vez paguen sus anticipos. Muy pocos hombres retornaron. Hablo en plural por que no me escondo de lo que hicieron mi padre y mi abuelo, lo reconozco y lo acepto. La gente de Pando y Vaca Diez, no son pueblos originarios de estos lugares, y si tienen derecho a reclamar sus tierras originarias, deberían reclamarlas en caupolican. A excepción de los pueblos indígenas que los curas pudieron evangelizar los demás "salvajes" que vivían en ríos navegables fueron exterminados una vez que llegó el rifle de repetición, pues con esta tremenda arma "el hombre blanco" ganó la supremacía y gracias a ella pudo prácticamente exterminar todas las tribus. Antes de este invento la supremacía era del salvaje. Como las empresas caucheras contrataban casi exclusivamente hombres, las mujeres "viudas" de los salvajes muertos por el "hombre blanco" fueron dadas a los solteros traídos de todas partes y es esa mezcla de salvaje, ixiameño, de cruceño y de gringo es que nace nuestra raza". Aunque el fragmento –literalmente trascrito-, es transparentemente abominable, hay que añadir que constituye prueba plena de esa cultura colonialista que aun pervive en nuestro medio, estas confesiones barraqueras no fueron escritas el siglo antes pasado, son del 3 de marzo del 2003.

En el norte amazónico muy a pesar de las ilustrativas resistencias al cambio señaladas, el saneamiento avanzó hasta el 93% en Pando y 75% en Vaca Diez. Un lúcido y persistente abogado indígena como Julio Urapotina, explica este resultado así: " fue el secreto de la ley, aplicada con paciencia, con inteligencia", hay que agregar el buen asesoramiento de las instituciones y sus técnicos, orientadas hacia fórmulas de "ganar-ganar¨ que implica también conciliar y encontrar soluciones alternativas de mucha creatividad y cuando la cosa apelar a la ayudita de la presión social organizada, completa la explicación del circulo virtuoso, el manto bienhechor y comprometido de la iglesia con los pobres que no faltó a su cita con esta historia que sigue reescribiéndose. Así se derrotó a las fanfarronerías de los "boca e peto", de los que olvidan que el tigre también tiene rayas negras.

Los zafreros que son un eslabón imprescindible de la cadena productiva de la castaña, como los indígenas y campesinos son herederos de la cultura extractivista, y son también el resumen espiritual de lo amazónico; por ahora constituyen el último peldaño de la desprotección social y son los sin tierra de la
región, que los nuevos decretos deben incorporar. Ha habido cambas en el poder que no saldaron la deuda histórica que el país tiene con ellos. Si este gobierno lo logra, confirmaremos lo que ya sabemos que no se trata del sofisma racistoide de cambas o collas; se trata de justicia social.


*Ciudadano Amazónico y Economista. Correo: leonamazonico@yahoo.es